Así, de la noche a la mañana ya no era tan especial para ella.
De un momento a otro solo era uno más anhelando su cariño.
Como si nunca hubiese pasado, ya no me veía en la luna…
Fue tan repentino, como cuando la mire y me desnudo el alma, como cuando le hable y su voz era coro de querubines; así como cuando la toque y erizo mis adentros.
¿Fueron en vano llenar de versos con su nombre inmensos espacios en blanco?
¿Sería en vano que de poemas se llenara mi cabeza al hablar con ella?
Tal vez fue una locura, siquiera imaginar que en algún momento atendería a mis esfuerzos por besarle.
Ya es tarde, y no seré más que uno más para ella…y seguirá alejándose de mi conforme pase el tiempo. Aunque me quiera a su manera. Aunque la quiero, aun sin deber hacerlo.
Debo conformarme con el recuerdo de su voz diciendo cosas lindas, de sus ojos mirándome fijamente mientras brillan como la luna; y sonreía…el recuerdo de su piel, que al tocarla es cristal.
No me toca mas, solo conformarme y nada mas.