En aquellas noches frías que reina la melancolía, suelo soñar con tu boca y su melodía. Aquel sonido que convierte mi sangre en sangría y hace que recupere mis fuerzas y energías.
Aquellas noches donde la luna brilla mas, sueño que te tengo cerca y que te puedo tocar, que tu rostro la espalda no me dará y que entregaras tu alma que conmigo volara.
En esos sueños suelo ser protagonista, del sexo que te agita, que crea esa sensación; aquella mimesis tan dulce y bendita que hace que piense que contigo practico la equitación.
Que en tus caderas juego a los columpios, con su vaivén intento llegar más alto, más cerca, más profundo. Donde sientas, el vértigo desde tu entre piernas que como si no quisieras sube sin disimulo.
Fantasías surrealistas, contigo tengo de mas, como una lluvia de ideas moja mi mente empapada, sin reparo suele darse a pensar que tu eres mi bella princesa y que el mundo es nuestra cama.
Que en un cohete vamos a la vía láctea y profanamos su existencia con fluidos corporales…y como meteoro a la tierra descendemos mientras en un gran 69 probamos nuestros sabores.
Explotar, estallar, contigo desaparecer…y reencarnarnos en esencia de lujuria y de placer. Bebernos el mana de los deseos, y surgir como fénix que acaba de renacer.
Al despertar de mis sueños y abandonar la imaginación, tenia las mismas ganas de hacerte mía, pero al darme cuenta que para ti yo no existía, tome lápiz y papel y escribí mi fantasía.