En aquel helado lugar late un corazón que derrite témpanos de distancia. Una mujer de ojos de miel, mirada sincera y con bondad y pureza en su interior, es aquella a quien leo en mi pantalla, a quien escribiendo conocí y escribiendo estoy conociendo.
Aquella poetisa abstracta, de español entendible, pero no perfecto. Esa chica que se hace amiga de tu confianza y hermana de tu respeto…aquella que es diferente porque piensa en cosas que si le importan y no se deja llevar por los cánones sociales.
Aquella bella mujer, loca y excelente amiga…quien pertenece a mi club de mujeres admirables le dedico estos versos inmortales para que quede en su memoria que de su existencia guardo una parte…y de su recuerdo tendré impregnantes huellas.