En noches así…cuando no das tiempo a dormir y recuestas tu cabeza en mi espalda buscando el calor de tu amante.
Sentir tu respiración quemando mi cuerpo y besar mi cuello con la dulzura que solo tu tienes.
Olfatear como un lobo aquel perfume que, naturalmente, cubre tu piel.
En esas noches donde, como lluvia; las ideas para complacerte mojan mi mente y empapan mi cuerpo para hacerte mía con ellas.
Es como acostarte en la redondes de aquella luna que nos mira y, celosa, trata de ignorarnos mientras nos amamos en su blanca luz y su energía nos convierte en salvajes desenfrenados.
El universo se detiene, por que al vernos sabe que no es tan perfecto como nuestra forma de querernos…las caricias, los besos, jadeos y palabras, sonrojan a las estrellas que nos miran con vergüenza y recelo.
Hacemos de la luna nuestra cama y de la galaxia nuestra casa…el sol no esta, pues, el calor que de nosotros emana da vida al cosmos.
Pobre luna que envidia nuestra lujuria…y es cómplice de que esta noche tus gemidos fueran mas fuertes, tus rasguños mas profundos y tu cuerpo mas deseable.
Ahora me toca a mi respirar en tu espalda.